
– Elabora un presupuesto: anota la cantidad de dinero que recibes quincenal o mensualmente y luego los gastos que tienes. Asegúrate de incluir arriendo, mercado, seguros, servicios, gasolina, entretenimiento, cuotas de crédito (si las tienes), deudas, etc. esto te ayudará a saber cuánto puedes gastar y cuánto puedes ahorrar.
– Establece prioridades: luego que hayas jerarquizado cuáles son los pagos más importantes, guarda una pequeña cantidad para esos gastos hormiga y toma el compromiso de no excederte.
– Disminuye lo que en realidad no es necesario: elimina las suscripciones que no utilizas, reduce las comidas fuera y las cervezas todos los fines de semana.
– Mantén estable tu salud física y emocional: Kristin Wong, periodista y autora del libro Get Money: live the life you want, not just the life you can afford, identificó que muchos de los gastos hormiga son para solucionar problemas físicos y mentales. ¿Te sientes mal? Hay que comprar un helado; ¿Tienes la autoestima en el piso? La solución es comprar ropa nueva. «La gente soluciona sus problemas de autoestima con la compra de nuevos objetos y así, hasta quedar en ceros», explica.
– Busca alternativas: no estamos diciendo que elimines por completo los pequeños placeres de la vida, pero, por ejemplo, si te gusta comer un postre luego del almuerzo, no es necesario que lo compres en la calle, incluye “mecato” dentro de tu lista de mercado para que no represente un gasto adicional.
– Págate a ti primero: a penas recibas tu sueldo, no dejes que pase mucho tiempo para pagar todo lo que está incluido en tu presupuesto. Así tendrás menos tentaciones para hacer gastos innecesarios.
Fuente: amarilo.com.co/contenido/como-mejorar-tu-capacidad-ahorro-disminuyendo-los-gastos-hormiga